viernes, diciembre 09, 2011

¿Coito dirigido o embarazo natural?


Nos preguntamos si es necesario recurrir a métodos que invaden el cuerpo de la mujer con hormonas artificiales cuando existen métodos seguros, precisos y saludables para lograr la concepción.


El coito dirigido o “relaciones sexuales programadas” son tratamientos que, con la aplicación de  hormonas y manteniendo relaciones sexuales en los días más fértiles, buscan favorecer la posibilidad de un embarazo. Es una alternativa para aquellos casos de esterilidad en pacientes jóvenes en los que los exámenes básicos no encuentran ninguna patología.

Reconocidos institutos de fertilidad aplican este tipo de tratamiento, que consiste en estimular la ovulación con fármacos orales que aumentan la hormona folículo estimulante (FSH) para lograr la maduración de más ovocitos (óvulos), y la administración de estrógeno que mejora la capacidad del moco cervical para el ascenso de los espermatozoides hacia las trompas de Falopio. Llegado el momento indicado, se induce la ovulación con la inyección de HCG (hormona gonadotrofina coriónica). Esto ayudaría a la fecundación al mantener relaciones sexuales en los días subsiguientes.

La pregunta que nos hacemos es, ¿es necesario el uso de tantos fármacos y hormonas artificiales cuando no se encuentra patología, si se puede intentar un método natural, seguro, sin efectos secundarios para el cuerpo de la mujer? ¿Por qué no dejar al cuerpo que haga su trabajo, y sólo monitorear cuándo llegó el momento indicado?

Se sabe que muchos de los fracasos en el logro del embarazo se deben a que la pareja mantiene relaciones sexuales en los días que no son los más fértiles. Si existen modos naturales, no invasivos y saludables para saber cuándo se produce la ovulación, ¿por qué invadir el cuerpo con hormonas artificiales? Hoy en día existen monitores que se pueden comprar online, y que llegan al hogar en pocos días para que el proceso de control de la fertilidad sea íntimo y cómodo.

Uno de estos monitores que ha probado ser efectivo en casi un 99% es Cyclotest Baby. La ventaja de este tipo de dispositivos es que registran más de un parámetro para medir la fertilidad, lo que los hace mucho más precisos y fiables. Cyclotest registra la temperatura basal corporal al despertar e identifica los aumentos de temperatura que generalmente acompañan a la ovulación. Al indicar los días más fértiles este dispositivo le permite a la mujer saber qué días las relaciones sexuales tienen más probabilidad de resultar en embarazo y planificarlas de antemano.

Además, un monitor como Cyclotest baby permite medir los niveles hormonales de LH (hormona luteinizante indicadora de la ovulación) y registrar las observaciones del moco cervical que favorecerá el ascenso de los espermatozoides para que ocurra la fecundación.

Este proceso es completamente natural, libre de hormonas, y funciona dentro del esquema de los procesos naturales del cuerpo. De todos modos, para que este proceso sea controlado de manera adecuada por un médico, estos monitores permiten llevar un registro preciso del ciclo menstrual y descargarlo al computador para compartirlo con el médico y que sea el especialista quien acompañe la fertilización y el embarazo.    

Entonces, si se puede hacer lo mismo de modo natural, seguro y preciso, ¿por qué invadir el cuerpo de la mujer con hormonas y fármacos artificiales? ¿Es realmente el coito dirigido más efectivo que la concepción natural controlada en forma casera con un monitor? ¿Será que es válido exponer al cuerpo a tantos químicos cuando se puede realizar un control preciso de forma natural? ¿Cuál es tu opción?   

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